Yoko: Super Cachorra de la Semana
Hembra
1 año
Schnauzer Miniatura
Desde que me casé y nos mudamos, mi esposo tuvo la inquietud de tener un perro. En ese entonces, ocuparme de un cachorro me parecÃa una tarea difÃcil. Mi esposo insistÃa y yo me seguÃa negando a la idea de tener un cacharro en casa.
Un dÃa empezamos a ver fotos de cachorros por internet y debo admitir que sentà mucha ternura. Entonces hablé con mi esposo, y le dije que si él se hacÃa cargo del cachorro, entonces sà podÃamos tenerlo.
Creo que todas las cosas de la vida las acomoda Dios… mi papá falleció en aquella época, caà en depresión. Al mes de que mi papá falleció, navegando en internet, me encontré un anuncio de hermosos perritos, Schnauzer Miniatura sal y pimienta; eran dos, un macho y una hembra, pregunté por ellos, y la persona responsable me dijo que prácticamente los estaban dando en adopción, ya que la mamá era su perrita y pues el no se podÃan quedar con los bebés, por eso buscaba un buen hogar para ellos.
Yo le pedà unas fotos e inmediatamente se las reenvÃe a mi marido. No muy convencido, aceptó pasar a verlos antes de llegar a casa. Por la noche, le pregunte qué le habÃan parecido los bebés y él con tremendos ojos de alegrÃa me dijo que le encantaron, eran hermosos. El querÃa que fuera macho y que se llamara Winston.
Fue difÃcil localizar a la persona que se encargaba de los perritos. Pasaron dÃas y cuando por fin logramos comunicarnos ya no le quedaban machos en casa, sólo una hembra. Mi marido prendió la computadora, abrió la foto de los perritos y se les quedó viendo por varios minutos… después de un rato dijo «Ok, traeremos a…» en ese momento le dije «YOKO, su nombre será YOKO».
Quedamos en ir a recogerla un sábado. Cuando llegamos me la dieron a mi. Era tan chiquita… se hizo bolita en mis brazos y se quedó dormida. Desde ese momento la amé, mi marido la vió, me la quitó de las manos y le dijo «Hola Yoko yo soy tu papá»…
El camino a casa fue tranquilo, la bebé iba dormida, llegamos, mi marido la traÃa en brazos y le dijo «desde hoy esta es tu casa, tu hogar, yo soy tu papá y ella tu mamá, te vamos a amar mucho y siempre te cuidaremos y daremos lo mejor», ella con miedo empezó a llorar en la puerta, la cargamos y llevamos a nuestra cama.
Ahà empezó la aventura más bonita de mi vida. Yoko, ha crecido muy rápido, sigue siendo nuestra bebé, nuestra niña y debo decir que la reina del hogar, la cama ahora es de ella y no me importa ni me incomoda puesto que ella es como mi hija a la cual educo, cuido, protejo y cuando hace falta la regaño. Mi marido la adora y debo confesar que hay veces que hasta me siento celosa, ya que por las noches cuando me habla por teléfono para decirme que ya va para la casa, lo primero que me pregunta es «Cómo esta Yoko, cómo la encontraste, qué esta haciendo?»
Por eso digo que las cosas Dios las acomoda, estoy segura que fue mi padre quien mandó a Yoko.
Te amamos Yoko! Hoy mañana y siempre! Eres nuestra Super Cachorra!
Historia narrada por: Georgina Cañizo Butrón