Hembra
1 año 7 meses aprox.
Raza Única

Pepina es una perrita que llegó desde la calle para refugiarse donde vivo. Ella es una perra tipo Pastor Belga con cruza de algo más, es tímida y en ocasiones agresiva, pero no es para menos, ya que sufrió mucho en la calle o con sus pseudo-dueños anteriores,

Esta perrita llego a mediados de Diciembre de 2012. Desde e primer momento que la vi pensé que alguien me la había puesto en el camino, a pesar de que me ladraba y no me dejaba acercarme ni mucho menos acariciarla, pero poco a poco fui ganando su confianza con comida y hablándole.

En las mañanas cuando me despertaba la veía en la calle correteando a las mariposas y jugando con otros perros, penosamente como la gente no quería que sus perros se juntaran con Pepina la espantaban y le regañaban. Vi como poco a poco se fue quedando sin ningún amigo perruno con quien jugar. Afortunadamente yo seguí insistiendo para ganarme su confianza, hasta que un día se dejo acariciar mientras le daba de comer. Es ahí donde empezó nuestra gran amistad.
Pepina me esperaba todos los días a que llegara del trabajo, dormida fuera de casa, yo la alimentaba y le aclimate un espacio con toallas y trapillos para que no durmiera en el concreto.
En ese entonces, no la podía meter a mi casa porque tengo una perrita Schnauzer de 10 años muy consentida y territorial.

El tiempo fue pasando, Pepina comenzó a subir de peso, ya que estaba en los huesos, aunque para mi sorpresa no es que estuviera subiendo de peso, si no que estaba EMBARAZADA!!
Después de darme cuenta, empece a buscar alguien que la adoptara para que tuviera a sus cachorros en un lugar seguro (vamos en un hogar) tristemente el 24 de Febrero los tuvo en plena calle a las 4 de la mañana y como siempre ningún vecino ni persona se apiado de mi pequeña. Esa mañana de Domingo mi padre salió por el periódico y se dio cuenta de lo que había sucedido, Pepina había llevado a sus cachorros a los trapos y tapete que yo le colocaba diario para mantenerlos a salvo. Fueron 7 pequeños cachorros los que nacieron ese día.

Definitivamente ese día fue muy especial para mi, ya que toda mi familia incluyendo a mi Lolita (schnauzer) se comportaron a la altura y conmovidos por los cachorros permitieron que Pepina y sus cachorros entraran a la casa, por primera vez.

No contábamos con nada para cuidar Cachorros, pero improvisamos con un caja, suéteres viejos, para hacer proteger a a familia de Pepina.
Ese Domingo, Pepina durmió durante todo el día y toda la noche, estaba totalmente agotada, sus cachorros también solo durmieron y solo se despertaban para comer de Pepina.
Al día siguiente, la lleve al veterinario. Él me dijo que se encontraba muy bien de salud, que parecía ser sólo una cachorra de un año y medio de vida y que por lo que veía alguien le había arrancado la cola cuando estaba pequeña, y cuando digo se lo arrancaron es porque así sucedió no tiene nada de cola.

Ahora Pepina está en un proceso de adaptación, ya que como estaba muy acostumbrada a vivir en la calle, se ha escapado, ataco a una viejita y en general se quiere comer a todos, de por si era «especial», después de que nacieron sus cachorros se volvió aun mas agresiva.
Pero, en estos últimos días se ha tranquilizado mucho, ya no ataca y casi siempre la traemos con correa. Sus cachorros son una hermosura. Admiro el amor que tiene Pepina por sus cachorros.

Hoy, después de 5 semanas de su nacimiento los cachorros se preparan para ser adoptados por las personas que les darán un nuevo hogar, estoy triste por su partida, pero definitivamente contento, porque se que si no fuera por mi familia, Pepinita ya estaría muerta al igual que sus bebes, pues sabemos que los vecinos llamarían a la perrera.
En cuanto a Lolita -mi otra perrita, me tiene asombrado por como se ha comportado, nunca había dejado entrar a otro perro y sin embargo, a Pepina la deja entrar como Juan por su casa, aunque eso si todo de lejos, por que si se acerca a ella le ladra enojada. Pepina respeta su espacio y se aleja.

Para mi estos días han sido difíciles: peleas con vecinos, veterinarios, limpiar la casa, alimentar a Pepina, estar al pendiente de sacarla para que vaya al baño aunque sean las 3 am, etc. Pero cada sacrificio vale totalmente la pena, sólo por el hecho de ver bien a los cachorros y por supuesto a Pepina, que de verdad ha ganado un brillo único el los ojos, que creo es de felicidad.

Espero les guste la historia de Pepina y sus pepinillos :D

Historia por: Israel