Hembra
1 año 6 meses
Raza Única

Marley llego a mi vida el 31 de enero de 2010, justo después de haber perdido a mi pequeña Carly (una perrita hermosa). Al ver que habían tantos perritos en busca de hogar, pensé que mi Carly estaría feliz de que yo le diera una oportunidad a alguien más, así que comencé a buscar asociaciones en mi estado y a decirles a mis amigos que si encontraban a algún perrito me avisaran. Logre contactar a una protectora que me envío fotos de los perritos en adopción, la mayoría muy cachorrillos. Mi mamá no quería que fuera tan cachorro. Entre tantas fotos, recibí la de un perrito de 4 meses y decidí conocerlo al siguiente sábado, pero justo un día antes, me llegó otra foto de una pequeña, con mirada triste, desgarradora, muy flaquita; apenas la habían rescatado y le urgía un hogar temporal o definitivo.

Se me desgarro el corazón y dije la quiero a ella… aunque faltaba escuchar la opinión de mamá. Al final, ella accedió a quedárnosla. Llego el día y ahí estaba ella, Marley, el nivel de maltrato que había tenido a su corta edad era muy alto. Su cara reflejaba mucho miedo. El destino marcó que Marley se quedara con nosotras. La tome en mis brazos y de inmediato la lleve al veterinario. Tenía muchas pulgas y estaba llena de parásitos internos. Todos decían que Marley no era bonita, pues parecía una hiena; ella tiene un color de piel único, como color aceituna con manchas negras, tal vez por eso lo decían. Pero mi nena solo necesito de unos días para renacer, aunque fueron meses de lucha para lograr que se ganara nuestra confianza y se notara que estaba feliz.

Marley le temía a todo, hasta a las bolsas negras. Cuando la sacaba a caminar se paralizaba del miedo, parecía que su corazón se detendría. No lo niego, hubo ocasiones en las que dije «no voy a poder». Pero un día rescaté a un perrito y lo tuve conmigo y ¡oh sorpresa! la actitud de mi Marley cambió por completo. Fue entonces que me di cuenta de que ella necesitaba compañía perruna.

Hoy en día, soy madre de 4 hermosos perros y colaboro siendo hogar temporal de perritos en adopción. Mi niña Marley siempre ha sido un ángel, recibe a todos los peritos con felicidad, juega sin parar con ellos y los hace sentir como en su casa.

Marley es parte de mi vida, me hace sentir muy bien. Amo a todos mis supercachorros, pero Marley es mi orgullo. Ahora ya nadie dice que está fea, al contrario no dejo de recibir comentarios sobre su belleza. Ella sólo necesitaba amor y mucha paciencia. A tan solo un año y medio de estar con ella, se ha ganado mi corazón. Es una eterna cachorra, amo sus suspiros, sus bostezos, su forma de avisarme que quiere salir, lo feliz que se pone cuando me ve llegar y hasta los berrinches que hace si no la dejo hacer algo.

En cada parte de mi vida, esta ella y quiero que lo este por muchos años más junto con sus hermanitos, ellos complementan mi vida, la llenan de paz, luz y esperanza.

Así que ella es Marley mi Eterna Super Cachorra !!!

Historia narrada por: Angeles Carrera