Kika: Super Cachorra de la Semana

"Kika" Super Cachorra de la Semana

Hembra
4 meses
Schanuzer

Mi esposo y yo llevamos 5 años juntos y hasta el momento no hemos podido tener hijos. Tratamos de llevar el tema con la mayor tranquilidad posible y sin que nos ganen las prisas. Pero llegó un momento en el que yo no soltaba la computadora y él se la pasaba jugando todo el tiempo x-box. Este estilo de vida comenzó a afectarme, me sentía muy sola y la depresión volvió.

Debo aclarar que a mí no me gustaban mucho los perros. Yo creía que eran animales demasiado melosos y humanizados, así que no tenía ningún interés por ellos. Pero un día, así como si nada yo quise un perro. Observaba como mi cuñada estaba todo el tiempo con su perrita, al principio me parecía muy ñoño, pero con el tiempo me di cuenta de que eran la una para la otra y creí que era eso lo que me hacía falta.

Mi esposo creyó que estaba bromeando, pues él sabía que los perros no me interesaban, pero mi deseo lo conmovió y aceptó. Como yo nunca había tenido perros, quería estar segura de elegir la raza y el tamaño ideal para mí. Después de largas horas de revisión, nos decidimos por un Schnauzer.

Al otro día muy temprano, busqué en internet y encontré una familia que tenía disponibles cachorros Schnauzer. Esa misma noche mi esposo y yo fuimos a conocer a los cachorros. La mamá era hermosa, me impactó su belleza, pero cuando salieron sus hijas ya no me gustaron tanto. Repito, yo no sabía nada de perros, las vi negritas y sin forma. Pero decidí observarlas de cerca y en eso una cachorrita latosa salió corriendo de la casa. Era la única marcada y supuse que ya tenía dueño. Así que no le hice mucho caso y seguí viendo a sus hermanas. La pequeña torbellino seguía llamando mi atención, corría de un lado para otro, saltaba, se hacía pipí, entre otras cosas. Uno de los chicos trató de detenerla, pero ella se acostó panza arriba sínicamente y comenzó a jugar. Entonces mi esposo dijo, quiero esa, y aunque estuvieron un poco dudosos en darnos a esa perrita, aceptaron… la llamé Kika y la llevamos a casa.

Al principio me sorprendía que mordía mucho, incluso me llegó a dar miedo. Mi esposo habló conmigo y me explicó que era normal en un cachorro, y que si no disfrutaba cada una de sus etapas, podría perderme momentos valiosos. Así que me puse a ver la serie del Encantador de perros, pero el resultado fue negativo, al escuchar tantos términos de liderazgo, dominación, jerarquía, tomar el lugar, etc. mi perrita me dio más miedo, pues suponía que quería dominarme y tomar mi lugar. Pero al querer dominarla yo, sólo comenzaba a chillar y me avergoncé de mi conducta.

Me puse a investigar todo sobre perros: en páginas de internet, foros, interrogaba a mi veterinaria y hasta me compré un libro de cómo entender mejor a tu perro. Con el paso del tiempo Kika y yo nos hemos conocido mejor y ahora la entiendo a la perfección. Sé cuando tiene hambre, sed, está enojada, aburrida, tiene sueño, etc. Amo mucho a esta perrita y he aprendido muchas cosas gracias a ella. Tiene un carácter noble y muy alegre. Desde entonces ya no paso tanto tiempo en la computadora pues prefiero estar con ella y pasear juntas, logro organizar mejor mi tiempo y trato de estar de buen humor al igual que ella.

Me impresiona la manera en que mira al mundo, como una caja de sorpresas, llena de curiosidad. Trato de satisfacer esa curiosidad enseñándole cosas nuevas, llevándola al campo o a lugares que no conoce… nos hemos vuelto inseparables.

Apenas tiene cuatro meses y ha significado un cambio enorme en nuestras vidas. No imagino todo las hermosas aventuras que nos esperan. Yo no tenía idea de todas las emociones que un perro puede ofrecer, a veces hasta se me olvida que es un perro, pues se ha acoplado tan bien a la familia, que hasta mi hermana está superando su fobia a los perros y mi mamá encuentra una gran ternura en ella que la ayuda a cambiar su actitud ante la vida.

Te amamos Kikita, y gracias por enseñarnos que la vida es una hermosa caja de sorpresas.

Historia narrada por: Beatriz Bezares García