Honey: Super Cachorro de la Semana

"Honey" Super Cachorra de la Semana

Hembra
2 años
Cocker

Yo solía  ser  una  persona  impaciente, hiperactiva y muy enojona, tenía el mal hábito de beber quizá demasiado (en parte para sobrellevar todas esas  emociones); pero siempre he guardado mucho amor en mi corazón y también lo he necesitado… aunque no me ha faltado, pues siempre tuve junto a la compañera más especial, su nombre era Fidji. Ella me llenó de amor y alegría durante diecinueve años. Ya son tres años desde su partida y cuando ella murió me llené de tristeza.
A raíz de la pérdida de mi perrita, me sentía demasiado sola, se aproximaba Navidad y le pedí a la Estrella del Cielo, mi abuelita fallecida, que me mandara un compañero a quien cuidar, proteger y amar.

El  milagro se hizo y Honey llegó a mi vida. Una pequeñita de casi 3 meses. Cuando la conocí pude ver también partes nuevas de mi personalidad, fui comprendiendo que ella era un cachorro, que necesitaba cuidados y también regaños, que necesitaba de mí. De inmediato puse manos a la obra y comencé su educación, convirtiéndome en una persona más paciente, dejando los vicios a un lado, dedicándole tiempo a ella para que se convirtiera en una Super Cachorra amorosa y educada.

No sólo yo he cambiado, toda la familia parece más feliz desde que ella llegó; por ejemplo mi padre, a quien nunca le han gustado los perros, ha podido abrirse con ella, demostrándole su afecto con caricias y juegos;  yo me volví más disciplinada, pues sentir que un ser tan amoroso e indefenso dependía de mí, me hizo invertir todo mi tiempo en procurarle bienestar. Ella hace más por nosotros de lo que nosotros hacemos  por ella, a cambio de lo que le brindamos, nos ofrece todas sus sonrisas y gestos de afecto, nada se compara con llegar a casa y verla mover su cola, feliz porque ya estoy ahí.

También aprendí de disciplina, porque Honey es muy traviesa, siempre está en movimiento y le encanta esconderse en las cobijas para asustarnos. Así que tuve que aprender a poner límites y ahora, cuando la regaño, ella sólo pone su mirada de inocente y solita va al patio, pero no pasa nada, porque ella sabe que la quiero. Ella aprendió a saber cuánto tiempo de castigo pueden generar sus travesuras así que ella sola sabe en qué momento meterse ya que la puerta del patio no se cierra. Ya que vuelve después de su tiempo de castigo podemos volver a jugar.

Recuerdo  que cuando nació mi sobrina, Honey se sintió un poco desplazada y podría decir que hasta deprimida, pero ahora se ha convertido en la mejor nana que pueda tener. Cuando ella llora, Honey corre enseguida a avisarnos, y si siente que no le hacemos caso, nos mira enojada, ahora juegan juntas, son muy amigas y Honey nunca la lastima, la trata con mucho cuidado.

Es increíble verla y pensar que esa cachorrita tiene más sensibilidad y amor en su pequeño corazón que muchos humanos. Mi Honey ya tiene 1 año con 9 meses conmigo, se sabe comportar, sabe caminar sin correa, vigilar, estar quieta cuando se necesita, busca objetos en base al olor, y es el guardián de mi sobrina. ¿Qué más puedo decir? Simplemente la amo.

HONEY, MI ANGEL GUARDIAN, gracias por llegar a mi vida y hacerme la persona que hoy en día soy. He entendido que no tengo otro amigo más incondicional que tú. Siempre estaré a tu lado.

Historia narrada por: Leslie de la Portilla C.