Mi Super Cachorra se llama Peluchina y yo nos conocimos en la calle.

Tengo la costumbre de salir a las calles en busca de perritos que vagan y viven en la calle para brindarles alimento, y fue un día de esos, lluvioso y con frío, que encontré a Peluchina, empapada, en muy mal estado, y para colmo preñada. No lo pensé ni dos veces, la cargue y la lleve directo a su primera revisión medica. Durante su revisión, la veterinaria notó que traía la columna rota, tal vez por un atropellamiento y que sería difícil para ella llevar acabo, exitosamente, la labor de parto. Tras las noticias, decidimos interrumpir el embarazo y esterilizarla, afortunadamente estaba en una etapa no riesgosa de gestación, y eso mismo nos permitió cuidarla mejor y procurar su salud. A partir de la operación, comenzamos a rehabilitarla poco a poco, tanto física como mentalmente, ya que tenía miedo a todo ruido fuerte.

Ahora mi Peluchina está mucho mejor, se siente más segura de sí misma y se ve feliz. Es la consentida de la casa, una Reina que amamos mucho.

Enviado por: AazZIilLE