Perros y sapos

¿Sabías que existen más de 1500 tipos de sapos alrededor del mundo? Los sapos pertenecen a la clase anfibia, se encuentran en todas partes del mundo, sobre todo en lugares de clima subtropical, tropical y húmedo. Durante el invierno los sapos hibernan, esperando el clima perfecto para su reproducción, con mayor incidencia en primavera y verano, tanto en ambientes urbanos y suburbanos.

Los sapos no son conocidos por «atacar» ya que no tienen dientes o garras. La verdadera amenaza que presentan es su alta toxicidad. El cuerpo de los sapos está repleto de glándulas mucosas secretoras de un liquido acuoso blanquecino (pegajoso) que les ayuda a mantenerse húmedos y a salvo de depredadores. Este líquido contiene sustancias tóxicas y corrosivas. Cuando los sapos se encuentran bajo amenaza, expulsan el líquido e incluso pueden alcanzar a «disparar» la toxina hasta dos metros. Se cree que la orina también es tóxica, pero aún no existe una investigación completa sobre el tema, la verdad es que el líquido se confunde, ya que es expulsado como si fuera un «chisguete» de orina.

Sabemos que los perros son cazadores por naturaleza, sobre todo curiosos y juguetones, los sapos siempre llamarán su atención aunque no tengan un sabor u olor agradable.

Un perro llega a intoxicarse por un sapo cuando:

  • Se lo lleva a la boca – al hacer presión sobre el cuerpo del sapo automáticamente el líquido tóxico se «exprime» y logra el contacto directo en la boca.
  • Chupar el cuerpo o donde estuvo antes – es muy común que lo sapos dejen residuos tóxicos por donde pasan.

El contacto directo con la toxina es suficiente para provocar una intoxicación – la intoxicación sucederá siempre y cuando el líquido tóxico sea ingerido o haya penetrado la mucosa (nariz y boca) del perro.

La intoxicación por sapos es considerada como emergencia, en tan sólo 15 minutos puede llegar a provocar la muerte.
¿Cuáles son los síntomas inmediatos de intoxicación que presenta un perro al intoxicarse con sapos?

  • Irritación de la boca y nariz
  • Palidez e inflamación en la boca
  • Salivación excesiva
  • Jadeo excesivo o dificultad al respirar
  • Letargo
  • Diarrea
  • Ataxia (descoordinación en el movimiento de las extremidades)
  • Irregularidad en el ritmo cardíaco
  • Convulsiones
  • Edema pulmonar
  • Muerte

OJO: Si cachaste a tu Super Cachorro lamiendo o mordiendo a un sapo deberás ACTUAR RÁPIDO. ¡Llévalo de inmediato al veterinario y lávale la boca con agua y jabón neutro!
Si tu perro presenta síntomas similares de manera repentina, también deberás acudir al veterinario de inmediato, el evaluará la situación dando el diagnóstico y tratamiento correcto.

Prevención de intoxicación por sapos
Los sapos son «pesticidas naturales» contra todo tipo insectos. Pero cuando tienes perros siempre será bueno evaluar si la presencia de sapos realmente brinda beneficios.
Si vives en lugares con campo abierto, jardines o mucha humedad, lo mejor es mantener a tu perro dentro de casa durante las noches y vigilarlo durante el día.

Existen formas para poder controlar la población de sapos en tu jardín, la mejor solución es poner una cerca de al menos 3 metros de altura. Si has notado que los sapos son comunes en tu área, intenta dejar cubetas por fuera de la cerca, ya así los sapos que intenten saltar la cerca caerán en las cubetas. Así los sapos intentarán saltar cayendo en ellas y cuando los encuentres podrás liberarlos lejos de tu casa. No olvides usar guantes y lentes para cuando lo atrapes, asegúrate de llevarlos lejos de donde estas.

NOTA: La toxicidad de los sapos varía en intensidad. Depende de tí conocer las especies de sapos que existan en la zona donde vives y platicar con el veterinario sobre los riesgos y cuidados específicos para mantener a tu Super Cachorro a salvo.