Perrhijos

Perrhijos

Últimamente el término #Perrhijos ha recibido mucha atención convirtiéndose en un tema popular en redes sociales, discusiones de radio y televisión.

En diversos espacios, explican que el término “Perrhijos” es para describir el lugar que ocupan muchos perros en la vida de los humanos como sustitutos de niños, es decir que las parejas modernas sustituyen a los hijos humanos por hijos perros. Pero ¿es esto realmente cierto?

Nada es blanco o negro

Si bien es cierto que existen casos patológicos en donde la imagen del perro está completamente distorsionada, por supuesto que NO son la mayoría.

Como en todo hay matices y este tema no es la excepción. No nos dejemos llevar por juicios parciales y ligeros donde se excluye la profundidad del tema y la profundidad del impacto que la relación con los perros puede llegar a tener en la vida de un ser humano a nivel emocional, psicológico y trascendental.

Decirles #Perrhijos

La verdad es que para muchos de nosotros, nuestros perros son parte de la familia y SI los amamos como hijos, pero eso no quiere decir que confundamos patológicamente a un perro con un niño.

Por el contrario, considerar aun perro como parte de la familia, es darle el lugar que se merece en la vida de las personas.

En el momento en que decidimos incorporar un perro a nuestra vida, se vuelve 100% dependiente de nosotros y merece que atendamos todas sus necesidades.

La ciencia ha comprobado que un perro tiene la capacidad mental equivalente a la de un niño de entre 2 y 3 años de edad, por lo que resulta bastante sensato comparar a un perro con un niño en el sentido de que ambos son seres vulnerables, dependen de nosotros, tienen necesidades físicas y psicológicas, así como emociones y son seres sensibles con quienes entablamos una relación muy estrecha.

Llevar a tu perro a una guardería

Encontramos críticas que señalan como una exageración el hecho de llevar a un perro a una guardería. Los perros son mamíferos sociales, necesitan contacto social y no pueden ni deberían quedarse solos todo el día mientras sus humanos trabajan, así como tampoco deberían quedarse solos en casa cuando las personas se van de vacaciones.
Llevar a un perro a una guardería de hecho resulta una idea GENIAL (siempre y cuando la guardería sea un lugar especializado). En una guardería un perro tendrá contacto social tanto con humanos como con otros perros, actividad física y mental. Por el contrario, si se queda más de 5 horas al día sólo en casa, no debería sorprendernos que destruya cosas, haga pipí y popó por todos lados, ladre excesivamente y llore.

Dejarlos vivir dentro de casa

Este es un tema del que ya hemos hablado anteriormente y sobre el que puedes aprender más aquí, pero para resumir y puntualizar, el hecho de que los perros “deben vivir a fuera porque son perros” es una creencia popular que hoy en día esta obsoleta.

Los perros viven dentro de nuestras casas con cercas, puertas y paredes, no pueden decidir solos cuándo salir a jugar y pasear. Confinarlos en un patio, azotea o incluso en un gran jardín, puede ser una sentencia terrible para ellos.

Dentro de casa está su familia, dentro de casa sucede todo, para un perro es indispensable poder convivir y compartir con los suyos “su hogar”. Aprende más sobre la importancia de dejarlos entrar a tu casa.

Vestirlos y disfrazarlos

Este punto traza una delgada línea entre las necesidades de un perro y las necesidades de su humano.

Es cierto que en ocasiones las personas visten a los perros por seguir una moda totalmente ajena a su especie y la mayoría de las veces los perros se estresan mientras los visten y cuando llevan la ropa puesta.

Si hace calor, un disfraz puede llegar a provocar golpe de calor o incluso malos entendidos entre perros. Sin embargo, hay algunas excepciones. El clima puede ser un factor determinante para decidir vestir a un perro. Por ejemplo, ponerle suéteres en temporada de invierno o impermeables en época de lluvias a perros pequeños, con poco pelo, delicados de salud o en etapa senior.

También es totalmente aceptable ponerle botas a tu perro si planean ir de excursión a un lugar con terreno rocoso, tierra o arena caliente, nieve o si necesitas proteger sus patitas por alguna lesión. Aprende cómo saber si tu perro necesita suéter aquí, o botitas aquí.

Dejar de realizar ciertas actividades por cuidar a tu perro

Es normal que nos preocupemos por nuestros perros, de hecho ¡es lo adecuado! Ahora nuestro perro forma parte de nuestra vida, y como ya mencionamos, depende al 100% de nosotros por lo que somos responsables de su seguridad. Por supuesto que tendremos que adaptar nuestra rutina y nuestro entorno porque ahora ¡tenemos un perro! Al ir de vacaciones ahora deberé pensar si:

Si voy a una fiesta en la noche, debo considerar que mi perro ya sepa quedarse en casa sin hacer destrozos, meterse en problemas o entrar en estado de miedo y ansiedad por separación. Y así sucesivamente deberemos considerar a nuestro perro durante una serie de acontecimientos y situaciones cotidianas.

Humanizar a tu perro

El antropomorfismo se refiere a cuando atribuimos características o cualidades exclusivas de los humanos a animales de otras especies —un sinónimo de antropomorfismo es “humanizar”; término que normalmente escuchamos en expresiones como “no humanices a tu perro, no es una persona—. Sin embargo, no todas las comparaciones que realizamos entre nuestros perros y nosotros caen en la categoría de antropomorfismo. ¿Cómo podría un ser humano ser empático con otras especies animales si no fuera reflejándose a sí mismo y encontrando similitudes que le permitan identificar sentimientos y situaciones?

  • Llevarlos de vacaciones con nosotros
  • comprarles juguetes
  • llevarlos a guarderías

NO es humanizarlos, sino cubrir de distintas maneras las necesidades psicológicas, emocionales y sociales que tiene un perro al vivir dentro de una familia humana.

¿Entonces?

Decirle a nuestros perros o catalogarlos como “hijos” no necesariamente quiere decir que padecemos un trastorno psicológico y que cambiamos la imagen de un niño por la de un perro.

Decir que tenemos “perrhijos” simplemente significa que nuestros perros tienen el lugar que merecen dentro de nuestra vida y nuestra familia.

Amar a los perros es justamente lo que ellos necesitan… amor sensible, cuidados, respeto y sobretodo una comprensión real sobre su especie y necesidades como individuos. Consentir a nuestros perros no está mal, siempre y cuando los consintamos con cosas que les hacen bien y no con cosas que los dañan.

Por otro lado, en un mundo lleno de ciudades, contaminación y materialismo, los perros son uno de nuestros principales y escasos vínculos con la naturaleza.

La relación que podemos establecer con un perro nos ayuda a ser empáticos, no sólo con miembros de nuestra propia especie sino con otras formas de vida: mamíferos domésticos, mamíferos salvajes, insectos, plantas y el planeta en general.

La relación con nuestros perros nos hace mejores personas y nos llena de beneficios (está comprobado que las personas con perro son personas más sanas).

… así que ¡vivan nuestros #SuperCachorros :D

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Si quieres conocer a fondo las emociones de los perros y sus procesos cognitivos entra al #DiplomadoCienciasCaninas