El Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México inauguró el primer Centro de Transferencia Canina.

Tras seis meses de trabajo, por fin tenemos en México el primer espacio pensado en las necesidades de los perros rescatados dentro de las instalaciones del Metro.

Desde hace años, el metro junto con el personal de Protección Civil de la Ciudad de México trabajan con protocolos de rescate animal establecidos. Se han rescatado todo tipo de especies animales que por errores humanos han ido a parar a las vías, las entradas o los vagones de este sistema de transporte.

Algunos llegan ahí buscando resguardo en las estaciones, otros han sido abandonados cruelmente por sus humanos, a quienes acompañan por el camino y quienes “se olvidan” de ellos, dejándolos en una situación totalmente vulnerable y peligrosa.

Otros animales entran a las estaciones para protegerse del frío o de la lluvia y con la inercia de los pasos de la gente que está cerca llegan a lugares de los cuales ya no pueden regresar, caen a las vías y buscan agujeros donde protegerse de los trenes que pasan a toda velocidad frente a ellos, causándoles gran estrés, miedo y en muchos casos severas lesiones físicas y emocionales.

El personal del Metro da aviso a Protección Civil, quienes envían a personal capacitado para el rescate de estos animales. Los protocolos de rescate siempre salvaguardan la integridad de las personas y de los animales, sin embargo, existía la problemática de qué hacer con los animales una vez que han sido puestos a salvo de los trenes, de encierros involuntarios en lugares donde no reciben agua ni comida, donde la vibración del paso de los trenes, el ruido y la incertidumbre provocan terror y desesperación en ellos, dejando graves secuelas en su comportamiento.

Afortunadamente, ahora esto ya no será un problema, ya que existe este centro especializado en el cual pueden encontrar calma, alimento, agua, cuidados veterinarios, higiene y sobretodo, encontrar una familia responsable con la cual pasar el resto de sus días.

Gracias al esfuerzo de muchísimas personas (trabajadores voluntarios del Metro, compañeros del Injuve que darán paseos y seguimiento a las adopciones, a todas las personas que cada día donan alimento y medicinas para los perros rescatados, al personal de Protección Civil y a las instituciones involucradas) hoy estos perros tienen, alimentación, cuidados veterinarios y sobre todo, una esperanza de vida en familia, ya que si no se encuentra a su familia serán puestos en adopción.

¡Felicidades CDMX!