¿Puedo contagiarle un bostezo a mi perro?

¿Alguna vez has escuchado, o experimentado el contagio de un bostezo? Para muchos ha sido un misterio; un fenómeno que la ciencia ya ha investigado con el fin de obtener resultados concretos, que hoy por hoy, nos acercan a la pregunta principal ¿será que podemos contagiarle un bostezo a nuestro Super Cachorro?

gty_dog_yawn_insert

Primero, a simple vista ¿qué son los bostezos? Una inhalación profunda que termina en una densa espiración. A partir de eso sabemos que la simple acción de estirar la mandíbula logra relajar los musculos faciales, ¿cierto?

¿Por qué bostezamos? – Sigamos la pista

Estudio en la Universidad de Princeton, Estado Unidos- Año 2002

Hack -coautor del estudio-, y su equipo realizaron una autopsia a un cadáver cuando descubrieron que la pared posterior del seno maxilar era mucho más fina (y, por tanto, más flexible) de loque se describe en muchos libros de medicina.

Los investigadores postularon que cuando la mandíbula se mueve las paredes del seno se reviste, ventilando de este modo los senos.

A través de la investigación postdoctoral de Gallup en Princeton, se convirtió en 2007 en el primero en sugerir la teoría de enfriamiento cerebral del bostezo.

Desde 2007, Gallup probó la teoría tanto en animales como en humanos. Gallup y su equipo implantaron sondeos en los cerebros de ratas y registraron los cambios de temperatura del cerebro antes, durante y después del bostezo de las ratas.

El equipo descubrió que la temperatura cerebral sufría de cambios abruptos en los prolegómenos de un bostezo, donde la temperatura empezaba a declinar y finalmente retomaba la temperatura antes del bostezo.

Esto sugiere que los bostezos se provocan por un aumento en la temperatura cerebral y ayudan a enfriar el cerebro.

Gallup también estudió a dos mujeres que sufrían episodios crónicos de exceso de bostezos. Pidió a una de las pacientes (quien conocía cuando estaba a punto de sufrir una episodio) que se tomara la temperatura antes y después de sus episodios.

Los resultados mostraron que su temperatura corporal era elevada antes el bostezo y posteriormente caia.

El coautor del estudio Hack intuye que la teoría será muy polémica dado que toca un tema poco conocido. Entonces el estudio propone que al bostezar se expanden y contraen las paredes del seno maxila (ubicado en nuestros pómulos, el maxilar es una de las cuatro cavidades más grandes en las cabezas humanas) para bombear aire al cerebro, lo que hace disminuir su temperatura.

Los perros también se contagian de bostezos -Sigamos la pista

Estudio en la Universidad de Lund, Suecia – Año 2012

En esta reciente investigación, realizada por Elainie Alenkær Madsen y Tomas Persson, de la Universidad de Lund en Suecia, se ha constatado que aunque los perros de más de siete meses de edad bostezan después de ver a una persona hacerlo, los de menor edad no muestran esta conducta.

Estos bostezos «contagiosos» no sólo son señal de somnolencia o aburrimiento. Investigaciones anteriores mostraron la presencia de esta conducta en humanos, perros, monos babuinos y chimpancés adultos, y sugirieron que puede ser usada como medida de empatía.

La empatía, o imitación espontánea de las respuestas emocionales de otros individuos, resulta difícil de medir directamente, pero estos bostezos «contagiosos» permiten evaluar al menos una reacción propia de la conducta empática.

Aunque se ha investigado bastante el desarrollo en niños humanos de esta conducta de «contagio» del bostezo, éste el primer estudio en el que se ha investigado su desarrollo en otras especies.

La recopilación de datos apartir de estas invetigaciones, ha puesto en mayor evidencia lo sensible que es el cerebro humano a las temperaturas. Todos necesitamos mantenerlo fresco para que pueda ser lo más eficiente posible.

Entonces, el misterio del bostezo está potencialmente resuelto, incluso puede ser una herramienta útil para el diagnóstico de ciertas condiciones médicas, tales como la epilepsia y las migrañas, ambas se pueden predecir por exceso de bostezos.

Sí se puede contagiar un bostezo

Apesar de los resultdos arrojados por la ciencia, los bostezos espontáneos existen desde hace más de 200 millones de años. Existen conjeturas acerca de la relación entre contagio y empatía. El contagio de un bostezo refleja las emociones o el vínculo que puede existir entre dos individuos. Esto sugiere que el bostezo es una forma de solidarizarse con el otro, quien puede estar experimentando una sensación, que suele relacionarse con estrés, ansiedad, aburrimiento o fatiga.

Todo lo anterior apunta a una estadistica de contagio con mayor incidencia entre parientes, seguido de amigos, después conocidos y por último desconocidos.

En Super Cachorros sabemos que los humanos y los perros compartimos emociones primarias (ansiedad, miedo, tristeza, alegrí­a y disgusto, entre otras). Que la comunicación de los perros es principalmente sensorial (se comunican por medio del olfato, el tacto, la vista, el oído) y que es por medio de sus sentidos que logran identificar cambios en nosotros.

La respuesta de nuestro Super Cachorro ante nuestros bostezos proyectan un vínculo especial y una comunicación única.

¿Te ha pasado con tu Super Cachorro?