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Perro miedoso

Título: Perro miedoso. Entender y rehabilitar a tu perro reactivo
Editorial: Dogalia
Autor: Ali Brown
Páginas: 189
Género:  Educación canina
Año: 2009
Idioma: Español (traducción)

Cuando el comportamiento angustioso de tu perro frustra tus sueños de tener el cachorro perfecto, tu vida da un vuelco. La mayoría de propietarios se sienten perdidos cuando su perro empieza a gruñir a otros perros, a abalanzarse sobre la gente, y ladrar a todo. Esas conductas frecuentemente son mal etiquetadas como “agresión”. Sin embargo, la mayor parte de dicha agresión hunde sus raíces en el miedo que es el problema que debería ser tratado. Un término que designa esta constelación de conductas es “reactividad”.

Este libro ayuda al propietario comprometido a entender las cosas que hace un perro reactivo, por qué las hace, y cómo ayudarle a cambiar para mejor. El proceso no es fácil, pero una vez que empiezan a tomar forma los cambios, ¡los dueños se animan tanto, que de pronto el resto del proceso se vuelve fácil!

Todos los métodos de entrenamiento utilizados aquí están basados en la diversión y en el desarrollo de una relación de trabajo con tu perro.

¡Aprende a sacar el máximo provecho de tu perro reactivo y comienza tu viaje hacia una nueva y maravillosa vida con tu amigo!

Fragmento

El perro que ha sufrido el dolor físico y emocional no sólo del estímulo aversivo que sea que le ha seguido, ahora sufre también las secuelas físicas del estrés. Añade a esto la percepción perjudicial del humano hacia el perro como “cabezota”, “fiero”, “terco” o “dominante”, por lo que a menudo el castigo continúa, por no mencionar la completa ruptura de cualquier relación de confianza que pudiera aún restar entre perro y humano.

Finalmente, el perro puede rendirse y mostrar lo que llamamos indefensión aprendida. Aquí es donde el perro se bloquea. Imagina un perro que sólo se esconde bajo una mesa, temblando en silencio, incapaz de salir. […] Es incapaz de aprender cosas nuevas y parece resignado a una vida de mera existencia. […] Mientras que el castigo positivo* puede parecer que funciona a corto plazo crea miseria a largo. No sólo no es constructivo en la enseñanza del perro de nuevas habilidades con las que hacer frente a ese mundo aterrador que lo rodea, también daña permanentemente la relación social entre tú y tu perro. ¡Convengamos entonces que no vamos a usar el castigo positivo para ayudar a nuestros perros reactivos!

*Castigo positivo no ser refiere a un tipo de castigo que sea benéfico para nuestros perros, por lo contrario, se refiere únicamente al hecho de infringir el castigo, mientras que el castigo negativo es eliminar un castigo.