Jara: Super Cachorro de la Semana

Jara: Super Cachorro de la Semana

Hembra
3 años aprox.

Mi nombre es Jara y siempre viví en las calles de un pueblo de Sevilla en España. Desafortunadamente, sufrí un accidente en las calles. Un buen hombre que igual que yo, sin hogar, me salvó la vida cosiéndome como pudo en carne viva mi lomito. Tiempo después nacieron mis 5 cachorritos y nos escondíamos entre los cactus para protegernos de la gente que nos maltrataba, aunque yo me llenara de espinas.

Un día unas chicas que pasaban por ahí nos vieron y pidieron ayuda a través de internet para colocarnos en casas donde nos pudieran cuidar, hasta que un Refugio en Madrid llamado “Nueva Vida” les dijo que nos podrían recibir, siempre y cuando nos llevaran hasta allá, por lo que recaudaron dinero para pagarnos el transporte. Ahí todos mis bebés fueron adoptados inmediatamente, menos yo, porque era mayor. Aunque me cuidaban muy bien, tenía mucho miedo de toda la gente y no me dejaba tocar.

Un día conocí a Liz y a Miguel unos chicos mexicanos que acababan de llegar a Madrid, para estudiar por 2 años, a ella se le acababa de morir su chihuahueñita y quería ayudar en algún albergue canino, me visitaron 2 fines de semana y al siguiente domingo hablaron con personas del refugio para que yo pudiera estar en su casa mientras me conseguían una familia, les dijeron que era una bendición, ya que en ese momento me estaban esterilizando y así ya no tendría que recuperarme de esa dolorosa operación, soportando el pleno invierno ( -5°C) en el albergue.

Así que cuando salí del hospital me llevaron a su casa, me cuidaron y gracias a su amor fuí perdiendo el temor a la gente y recuperando la confianza, así poco a poco pude disfrutar de paseos en la calle. Meses después, me llevaron a conocer la playa y varias ciudades, llegamos hasta Bilbao y me divertí mucho.

Desafortunadamente llegó el momento en que Liz y Miguel ya habían terminado sus estudios y se tenían que regresar a México. Y aunque ya habían arreglado que yo me quedara a vivir con una persona muy buena, que también ayuda en el refugio y me cuidaba cuándo ellos se iban de viaje; no pudieron separarse de mí, por lo que hicieron todos los trámites necesarios para que me fuera a vivir a México, con ellos.

Al llegar a México me esperaba mi nueva familia junto con mis 2 hermanitos chihuahueños, todos me quieren mucho, me cuidan y soy muy feliz porque por fin tengo un hogar.

Anécdota por: Araceli Jiménez