Edo. México: Rescate tras explosión

Entre tantos muertos y heridos por la explosión en Xalostoc, Estado de México, Isidro eligió dos cuerpos diminutos para retratar. Los escogió porque, entre los lesionados, ellos eran de los más indefensos que se encontró en el camino.

Las víctimas fueron rescatadas del techo de una casa en llamas. Su aullido denotaba el terror que sentían y ésta fue la manera en que el auxilio llegó a ellos. Al llamado acudieron elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quienes, pese a las llamaradas, subieron hasta la azotea para auxiliarlos. Tenían que moverse rápido… en cualquier momento, la casa podía derrumbarse.

Fueron por ellos, los tomaron entre brazos y los bajaron a tierra firme. Los pusieron en el piso; estaban aturdidos y asustados. El más grande tenía la cara repleta de heridas abiertas, los ojos cerrados, imposibilitado para abrirlos; el segundo, tenía parte del cuerpo quemado. A pesar de que recibían atención de los rescatistas, ambos reflejaban la vulnerabilidad de quienes no tienen voz para contar el estallido de la mañana del martes.

No tienen nombre, pero bien podrían llamarse “Manchas” y el más pequeño “Pulgas”. El primero es mayor, tiene entre 9 y 10 años; el segundo es más pequeño, en edad y tamaño. Isidro los vio, apuntó con su cámara y captó el momento en el que, con la mirada temerosa, aceptaban la sábana térmica que le daban los paramédicos para que no se desestabilizar su temperatura corporal.

La fotografía, sin pretenderlo, dio la vuelta al país en las redes sociales: los dos perritos, expuestos al fuego, estaban a salvo.

Y entre las noticias de 22 muertos, la supervivencia de los pequeños animales, resultó en un mensaje de esperanza, entre quienes contaban decenas de víctimas en el Estado de México.

Isidro Corro es reportero de Formato 21. En las calles de la Ciudad de México se le puede encontrar arriba de su motocicleta, portando el uniforme negro y amarillo de la empresa. Se mueve a donde le diga una voz que sale de un radio, que le avisa dónde está la noticia.

“¿Dónde te encontrabas cuando tomaste la foto?”, le pregunto a Isidro vía telefónica. Lo imagino sosteniendo el teléfono celular con una mano y, con la otra, una grabadora, mientras continúa reportando la tragedia de Xalostoc.

“En la autopista México-Pachuca, frente a los domicilios que resultaron afectados por la explosión”, responde. “Estaba buscando personas lesionadas. Y en este tipo de tragedias, también son afectadas las mascotas de las familias. Pude observar cómo los paramédicos atendían a los perritos”.

Le cuestiono cómo encontró a los perros y cuenta, emocionado, la historia de los paramédicos del ERUM que encontraron su camino hasta los canes por los aullidos.

“Que las personas sepan que nuestros amigos sin voz deben ser también respetados y queridos. Yo soy protector de los animales, quiero mucho a los perros. Al ver a estos seres vivientes atrapados en el techo de las casas que se estaban incendiando, el terror que generan, los aullidos. Y cuando entraron los rescatistas tomé la foto para inmortalizar el momento, para inmortalizar a los perros pero en especial a los rescatistas, pues hay gente humana, hay gente que se preocupa también por los perros”.

“Ellos arriesgaron su vida. Para ellos es todo el crédito al arriesgar su vida para rescatar a un perro”, cuenta.
Ante la pregunta de cómo reaccionó la gente cuando vio a los animales, responde “causaba mucha ternura ver a los animales. Muchas personas se acercaron a acariciar a los perros”, dijo.

Gracias a la acción de los dos rescatistas del ERUM, los animales sobrevivieron y ahora están bajo el cuidado de Carlos Loayza, quien forma parte de la asociación civil “Ángeles Peludos”; que los ha reportado estables y sin heridas graves.

En poco tiempo, uno de los perros podrá ser candidato a que una familia lo adopte y deje de vivir en las calles; el otro, regresará a su casa en Ecatepec sano y salvo.

Los canes no pasaron desapercibidos. Tampoco el acto heroico de los rescatistas. La valentía de ellos, a través de la foto de Isidro, fue compartida miles de veces en las redes sociales, donde los usuarios resaltaron el heroísmo de éstos dos paramédicos.

“Paramédicos y policías rescataron decenas de perros quemados. Doble aplauso”, escribió el usuario @AlfredoAlvarezz.
“Estas acciones reviven la fe en el ser humano. Ayudando a los más desprotegidos”,  publicó @moac74.

Los reconocimientos también se extendieron a dos unidades de Rescate Animal de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, que apoyó el traslado de las mascotas afectadas a diferentes clínicas veterinarias especializadas en quemaduras y a albergues para perros.

REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO quiere encontrar a los dos héroes anónimos que rescataron a los dos perros de esta historia. Si sabes quiénes son, ponte en contacto AQUÍ.


Fuente: Revolución 3.0