Bucky: Super Cachorro de la Semana


Macho
2 años 9 meses

Nos conocimos en Diciembre de 2011, fue algo increíble; lo vi y me encanto, y parecía que yo también lo encanté a él. Yo no tenia mascota, hasta ese momento, no lo había pensado, ya que por cuestión de tiempo, no estaba en todo el día en casa, no quería un perrito para hacerlo sufrir dejándolo solo.

Cuando conocí a mi Bucky, quería intentarlo, y se lo pedí a quienes lo tenían, pero me lo negaron. Pasado unos meses, en el mes de Marzo, para mi sorpresa, me lo ofrecieron, y como había dejado de pensar en el tema, no sabia que hacer. El en ese momento, tenia 5 meses, y se me ocurrió, aceptarlo en calidad de préstamo por el fin de semana. Lo cargue y me sorprendió lo delgado que estaba, no pesaba nada, se le podían tocar las costilla, al verlo no te dabas cuenta por que era lanudo. Camino a casa, vomito, yo creí que era a causa del viaje, y le reste importancia. Al llegar, le di de comer, me asombro la forma en que comía, estaba como desesperado pobrecito, luego vomito nuevamente, pero no se, supuse que era porque comió mucho. Al día siguiente al levantarme, fui directo a verlo, y seguía acostado donde lo deje, con una miradita muy triste y dulce a la vez, pero me preocupaba, me parecía decaído, por un momento creí que extrañaba su antigua casa, en el día ya no comía, y lo que tomaba lo vomitaba, lo lleve urgente al veterinario, y el cuadro era parvovirus, y el pronostico malo, muy malo, según los veterinarios, no se salvaría (no lo podía creer pobrecito, se estaba muriendo, por eso me lo dieron) aun así, yo quería hacerlo tratar.

Comenzaron a medicarlo, lo llevaba 3 veces al día a ponerle suero, y me quedaba con el llorando a su lado, y le decía que se tenia que curar, que quería verlo jugar y correr como cuando lo conocí, que por favor tenía que recuperarse. Yo estaba convencida de que el no partiría de mi vida.

En el transcurso de los días, al ver que no mejoraba, busque otra veterinaria, y lo traslade, iniciaron un nuevo tratamiento, pero el pronostico, era el mismo. Yo insistía en decirle que tenia que curase, y el solo me miraba dulcemente, y así fueron pasando los días, y muy lentamente, se fue recuperando. Los veterinarios no lo podían creer, me decían que es muy difícil que se salven de esa enfermedad, (el cuando me lo dieron, no tenia ninguna vacuna, ningún control de nada) y si se salvaban, quedaban con secuelas. Gracias que no fue así.

¡HOY MI BUCKY ES EL SOL DE MIS DíAS, SIN ÉL NO SÉ QUE HARÍA!

Enviado por: Cristina Lavecchia