Gritar Insert

¡No hace falta gritarle!

¿Estás intentando educar a un cachorro para que no muerda, para que no rompa lo que no debe, para que aprenda a sentarse, para que sea “obediente”? Ya te parece imposible poder lograrlo porque por más que le dices ¡NO!, parece que lo hace con más ganas o incluso hasta se enoja y muerde más.

Quizá la forma de educar que estás aplicando no es la correcta. Quizá no estás siendo claro con tu Super Cachorro y no estás logrando indicarle lo que sí debe hacer y lo que no.
Cuando educamos a un cachorro de manera empírica o siguiendo recomendaciones de amigos o de gente que en el parque nos dice qué hacer, estamos cayendo en un error al pensar que cualquier cosa que apliquemos con nuestro Super Cachorro dará resultado, ignorando que cada individuo es diferente y por lo tanto no tiene por qué aprender las cosas con el mismo método.

Lo más importante para poder educar a un Super Cachorro es conocer las necesidades de su especie, el por qué de sus conductas y sobre todo, conocerlo de manera individual. Al conocer la especie de manera más profunda podemos conocer sus etapas de vida y comprender las necesidades que tienen en cada una de ellas, por ejemplo, pretender que un cachorro no haga pipí cada dos horas es como querer que un bebé de 2 meses avisara cuando quiere hacer pipí. Pretender que un perro senior de 15 años aguante paseos en el bosque de dos horas es algo inadecuado para su edad.

¿Para qué gritarle si hay una mejor manera de enseñarle a nuestro Super Cachorro lo que esperamos de él? La educación con base en estímulos y refuerzos positivos es lo mejor. Pero ¿en qué consiste? Se trata de premiar los comportamientos que nos gustan; estimular a nuestro Super Cachorro a que realice las conductas que le enseñamos e ignorar las conductas que nos desagradan. Es más fácil sustituir un mal hábito por uno bueno, que tratar de eliminar una mala conducta sólo porque sí y a regaños. Hay muchas maneras de premiar y recompensar a nuestro Super Cachorro cuando hace las cosas bien: comida, juego, paseo, palabras de ánimo, felicitaciones y caricias.

Los perros aprenden por repetición y asociación de conceptos. Para lograr cambios en alguna conducta inadecuada de un perro, es necesario aplicar la lógica y poner en práctica ejercicios que se conviertan en hábitos y que sustituyan poco a poco la mala conducta. La idea es siempre ofrecerle una opción que sea de su agrado. Enseñarle a tu perro ejercicios de control o trucos usando el refuerzo positivo te dará resultados maravillosos. Tu perro aprenderá nuevas conductas por que le gusta y no por que teme que algo malo le pase.

Entrenar con métodos tradicionales basados en regaños, castigos y ahorque es comparable con enseñarle a un niño a escribir dándole reglazos en las manos cuando se equivoca; el refuerzo positivo es, en cambio, como enseñarle a leer y escribir por medio del juego premiando los aciertos.

¿Siempre deberás darle premios? Puedes no hacerlo, pero recuerda que tú disfrutas cuando eres recompensado o reconocido por hacer un buen trabajo. Tu Super Cachorro también lo disfruta. Mientras más uses tonos amables y motivadores construirás un verdadero puente comunicativo; cuando lo felicites con un simple “muy bien” cuando hace algo que te gusta y le enseñes que eso significa que estás contento con él, tu tono de voz felicitándolo o una simple palmada será ya un premio para él.

¡No importa la edad de tu Super Cachorro siempre le puedes enseñar cosas nuevas!, sin importar la etapa de vida en la que se encuentre ;)