Probablemente has escuchado los siguientes mitos: «el hocico de un perro es incluso más limpio que la boca de las personas». o el otro que dice que «la saliva de los perros tiene propiedades curativas y antisépticas». Ninguna de las dos afirmaciones es cierta.

Resulta que lo que ayuda a curar las heridas de los perros no es su saliva, sino lo áspero de su lengua pues ayuda a eliminar partículas de cualquier herida cutánea. Respecto a que el hocico de un perro está más limpio que la boca de una persona, pues nada más imagínate: los perros tienden a lamer y comer cosas del suelo y en comparación, nosotros nos cepillamos los dientes 3 veces al día y usamos enjuague bucal. Es imposible que el hocico de un perro sea más limpio que la boca humana.

Sobre las consecuencias de permitir que tu perro te dé «besos», hablaremos en el siguiente párrafo.

Los humanos y los perros tienen diferentes bacterias en la boca. No todas las bacterias son capaces de causar enfermedad en nosotros. Por ejemplo, el resfriado común la mayoría de las veces es causado por virus y no bacterias. Los virus suelen ser específicos de cada especie y por lo tanto no se contagian entre ellas. De la gama de bacterias que tu perro podría contagiarte, lo más probable es que tu cuerpo desarrolle nuevas defensas contra ellas y tu sistema inmunológico se vuelva más fuerte. Por otro lado, están los parásitos. Esos sí pueden ser un verdadero problema. Para reducir riesgos, desparasita a tu perro puntualmente cada 6 meses (o cada 3 meses dependiendo del medicamento que le dé el veterinario) y desparasítate al mismo tiempo.

El hecho de que permitas que tu perro te de «besos» depende de ti, así como evaluar los riesgos. Nosotros te recomendamos no excederte y evitar lamidas directas en la boca, eso también evitará que tú le pases bacterias o parásitos a tu perro.

La principal práctica que te mantendrá sano, es lavarte las manos regularmente durante el día. Es mucho más fácil contagiarse por no lavarse las manos, que por permitir que tu perro te lama la cara o incluso que duerma en tu cama.

Cepilla diariamente a tu Super Cachorro. Sigue al pie de la letra el programa de vacunación y desparasitación. Lava los dientes de tu perro por lo menos 4 veces a la semana.

Nada impide que demostremos el amor que sentimos por nuestros Super Cachorros y tanto nosotros como ellos necesitamos intercambiar apapachos. A final de cuentas son parte de nuestra familia y por lo general nuestros mejores amigos y compañeros.

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